Hace tres meses ya de mi último juego, así que va siendo hora de que me ponga manos a la obra con el siguiente. Esta vez me gustaría pasar más tiempo trabajando el apartado gráfico. Algo complicado, ya que normalmente mis objetivos/preferencias son de carácter técnico y no artístico.
Tenía pensado hacer algo de tipo «tuberías», como los populares «Candy Train» (no encuentro el link, supongo que ya lo habrán descatalogado) o Rocket Mania de PopCap. Siempre me ha gustado la simplicidad, en lo referente a su jugabilidad, de esos dos programas. Acerca del primero de ellos, recuerdo que es una idea que incluso a mi se me ocurrió una día que viajaba en tren. Cuando llegué a casa busqué por Internet para ver si existía algo parecido. Después de seguir un par de enlaces pude comprobar que no era precisamente el colmo de la originalidad lo que se me había ocurrido.
Para mi juego, tengo apuntadas varias ambientaciones distintas sobre las que poder trabajar. La primera es bastante obvia, la he llamado «One Way!», y consistiría en construir una carretera por la que circule un coche. E incluso mejor, un taxis, e incluso un autobús, ya que entonces se podría jugar (nunca mejor dicho) con conceptos como «parada» o «viajero» para establecer objetivos fáciles de identificar por los jugadores. Las señales de tráfico o los semáforos también podrían estar bien, sobre todo porque son señalizaciones con un significado conocido por todos y que no requerirían mayor explicación. La mayor dificultad para mi reside en el dibujado de un vehículo desde una perspectiva aérea, sobre todo con diversos ángulos de giro.
Otra alternativa que se me ocurrió, a la que llamo «Jungle Path», consistiría en sustituir la carretera por una especie de liana, y el autobús por un mono que se moviera por ella. Los objetivos serían probablemente la recolección de comida, algún de tipo de fruta, y evitar a otros animales salvajes. Naturalmente con este diseño se me plantea el mismo problema que antes, ya que la creación de los gráficos se me hace aún más complicada que con la opción anterior. Para simplificar creo que me bastaría con algún tipo de representación simbólica, como una especie de token con las cabezas de los animales por ejemplo.
El tercer diseño, por nombre «Cheese Maze», utilizaría un laberinto clásico como escenario, con ratones blancos a modo de cobayas como protagonistas y trozos de queso como objetivos. Curiosamente, aunque no acabo de concretarla, esta es la única opción para la que me he atrevido a hacer algo. Por una parte el laberinto, generado aleatoriamente, que se puede ver en la primera imagen de este post, tal y cual lo dibuja el prototipo actualmente. Teniendo en cuenta que está hecho en JavaScript no me puedo quejar del resultado, sobre todo por la continuidad de las paredas y las sombras, aunque hay mucho que pulir todavía. También he intentado dibujar un ratón, segunda imagen de este post, aunque el resultado no acaba de convencerme.
Tengo algunas otras ideas sobre el asunto, pero es bastante probable que opte por una solución mucho más sencilla y acabe utilizando unas simples tuberías o mangueras para hacer pasar agua de un lado a otro del tablero, desde un grifo hasta una boca de riego o algo parecido. No me siento muy positivo hoy, creo que esto va ir para largo.
Trabajar todos estos gráficos píxel a píxel suele llevarme mucho tiempo, y no pocos ajustes, hasta llegar a obtener un resultado que acabe de gustarme. El proceso que sigo es bastante básico y es el que siempre sugieren todos los tutoriales. Primero busco imágenes de referencia, después dibujo el contorno con las formas básicas (line-art), a continuación escojo la paleta de colores, los aplico prestando atención a la posición de las luces, y por último remato los detalles. Suena sencillo, pero me cuesta un mundo, será cuestión de practicar más a menudo. A escala tan pequeña todos y cada uno de los pixeles individualmente cuentan por si solos una barbaridad. Un simple píxel fuera de su sitio puede estropear el suave curso que se supone debería seguir una línea de contorno, por no mencionar como un simple cambio de tonalidad puede suponer el éxito o fracaso de un gráfico. Siempre he pensado que para apreciar mejor estas pequeñas obras de arte hay que ampliarlas de tamaño, para ver detalles que con sus dimensiones normales lucen fantásticas, y comprobar que se han resuelto con tan solo cuatro o cinco pixeles de distinto color. Hay mucho material increíble que puede encontrarse por Internet. Y es que parece que la masificación en el uso de dispositivos móviles ha hecho resurgir este noble arte del píxel-art que parecía destinado a quedar relegado a un segundo plano por el hoy omnipresente 3D.